De todos es sabida (y padecida) la muy deficiente implantación de las nuevas tecnologías en la Administración de Justicia española, con varios e incompatibles sistemas de gestión procesal, con aplicaciones diversas para cada casi materia concreta, inacabables listas de direcciones web, nombres de usuarios y contraseñas.
Pero ya no desde la perspectiva de los funcionarios que en ella trabajamos, sino de la del ciudadano o profesional que tiene que relacionarse con la Administración de Justicia, la situación es igualmente insatisfactoria.
Pues bien, os presentamos varios ejemplos demostrativos de lo que se puede hacer con las tecnologías en la Administración de Justicia (y en España no se ha hecho o de forma pésima o incompleta).
Pero ya no desde la perspectiva de los funcionarios que en ella trabajamos, sino de la del ciudadano o profesional que tiene que relacionarse con la Administración de Justicia, la situación es igualmente insatisfactoria.
Pues bien, os presentamos varios ejemplos demostrativos de lo que se puede hacer con las tecnologías en la Administración de Justicia (y en España no se ha hecho o de forma pésima o incompleta).
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